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The Time Machine
(H.G. Wells)

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Es muy probable que cuando H. G. Wells escribió este relato no pensó que se convertiría en el clásico ciencia ficción que es actualmente.

Un científico a quien llamaremos el Viajero del Tiempo conversa en su casa con varios invitados sobre las tres dimensiones: largo, ancho, alto. Él argumenta que un cubo instantáneo no puede existir. Es decir tiene que tener cierta duración en el tiempo para poder decir que el cubo existe. La duración o tiempo es la cuarta dimensión.

La discusión sigue en torno a que es posible moverse en las tres dimensiones espaciales pero que no puede moverse en la dimensión tiempo. No se puede viajar al pasado o al futuro. A lo que el Viajero refuta diciéndoles que ya tiene una máquina casi lista para viajar en el tiempo. De hecho les va a mostrar un modelo miniatura de su máquina real.

El viajero muestra la pequeña máquina, la activa y la máquina se desvanece ante los ojos de todos. Luego los lleva al laboratorio donde les muestra la máquina que todavía no está completa y les dice que va a viajar en el tiempo.

Días después los amigos se reúnen en la casa del Viajero para cenar pero el Viajero se demora. Repentinamente aparece el Viajero muy sucio, pálido, herido y sin zapatos.

Luego el viajero les relata como una pesadilla su viaje a través del tiempo. Al principio se sentó en la maquina y la activó solo un instante. Creyó que no había funcionado pero al observar el reloj de la pared notó que habían transcurrido varias horas. Siguió experimentando hasta que viajó al año 802.701 y fue recibido por unos seres pequeños muy hermosos vestidos con túnicas y sandalias. Cerca había una esfinge de mármol blanco con pedestal de bronce muy deteriorada por el tiempo.

El Viajero descubre que estos seres, llamados Elios, muestran poca inteligencia y viven sin preocupaciones. Lo invitan a comer y se da cuenta que se alimentan solo de frutas. Los Elios son curiosos, examinan todo pero enseguida se cansan y se dedican a otra cosa.

El viajero observa que nadie trabaja. No hay mosquitos ni enfermedades. Hay enormes construcciones abandonadas. Piensa que la humanidad, al conquistar la naturaleza, el bienestar y la seguridad perfecta, les llevó a convertirse en seres débiles y degenerados.

El Viajero regresa al lugar donde dejó la máquina pero se da cuenta que no está allí. Su desesperación era enorme. Regresa con los Elios para conseguir ayuda pero no lo entienden. Regresa al lugar donde estaba la máquina pero ya era de noche y se duerme. Al despertar ve huellas que le indican que alguien traslado la máquina al interior del pedestal de la Esfinge. Trata de abrirla pero no puede.

El Viajero descubre unos pozos que arrojan aire hacia fuera y piensa que es un sistema de ventilación. No se ven viejos entre los Elios. Un día ve que una de ellas se está ahogando en el río y los demás no hacen nada por salvarla. El Viajero se despoja de su ropa y la salva. Ella agradecida le sigue a todas partes tratando de agradarlo.

Una noche ve unas figuras blancas como simios de cabellos largos y grandes ojos. Se da cuanta que es una segunda especie humana que vive bajo la tierra, Los Morlocks.

El Viajero baja por uno de los pozos y observa enormes maquinarias, y descubre que los Morlocks son carnívoros. Estos tratan de atacarlo pero se defiende encendiendo unos fósforos, ya que los Morlocks le teman al fuego y logra escapar subiendo por el pozo.

El Viajero regresa con los Elios, quienes tienen terror a la noche. Se da cuenta que los Morlocks se alimentan de los Elios. Los atrapan en la oscuridad de la noche.

Los Elios eran la clase dominante de la humanidad que fue degenerando y haciéndose cada vez más dependiente de la clase trabajadora (Morlocks) que usualmente trabajaba en sótanos o minas en el subsuelo. Estos alimentaban a los Elios como ganados para luego utilizarlos en su dieta diaria.

El Viajero llega a la esfinge y ve que está abierta. Al entrar ve la máquina pero las puertasde la esfinge se cierran se da cuenta que es una trampa pero logra subirse a la máquina y hacerla funcionar.

Sigue viajando al futuro a más de 30.000.000 de años pero todo parecía sin vida. Decide entonces regresar a su tiempo y es cuando llega al comedor y se encuentra con sus invitados cenando.

Al día siguiente el Viajero desapareció en su máquina del tiempo y nunca mas regresó.

Nelson Cordido Rovati



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