Crónica De Una Muerte Anunciada
(Gabriel García Marquez)
Aquel lunes de febrero estaba marcado por la fatalidad para Santiago Nazar, curiosamente coincidía con la visita del obispo al pueblo. La noche anterior, Santiago no había dormido más de dos horas, había soñado que volaba entre árboles. Plácida Linero, su madre, que era conocida por interpretar los sueños, esta vez no supo hacerlo, antes de las seis de la mañana, Santiago se vistió con su traje blanco, y salió al muelle, para esperar la llegada del obispo. La noche anterior, había sido la boda de Ángela Vicario con Bayardo San Román , que duró hasta pasado las cuatro de la madrugada; todo el pueblo había participado de la boda. Ángela Vicario no deseaba casarse, pero la boda le fue impuesta por su familia.Todo había comenzado seis meses antes, cuando San Román llegó al pueblo, como cualquier forastero, durante ese tiempo hizo amistades, pero nadie sabía nada de él. Cuando vio a Ángela, decidió al instante que se casaría con ella. La madre de ésta, exigió que el forastero estableciera su identidad por ser un desconocido. Así fue como San Román hizo llegar al pueblo toda su familia: su padre, su madre y dos hermanas. Resultó que su padre, era el famoso general Petronio San Román, que había peleado en las guerras civiles anteriores. Así quedó establecido el destino de Ángela. Ésta pensó decirle a su novio que no era virgen, pues así evitaría la boda, pero fue persuadida por sus amigas. Consumada la boda y terminada la fiesta, horas más tarde, San Román se dirige a casa de la familia Vicario a devolver a la esposa, al descubrir que no era virgen. Su madre en un arrebato de ira, comienza a golpearla en presencia de sus hermanos Pedro y Pablo Vicario, exige saber quien había sido el responsable. Ella, entonces, acusa a Santiago Nazar; es el momento en que comienza toda la tensión de la trama, pues los hermanos deciden matarlo y comienzan a pregonarlo en el pueblo con la intención de que alguien impidiera el homicidio. Todo el pueblo sabía que iban a matar a matar a Santiago Nazar, lo sabía la dueña del almacén Clotilde Armenta; María Alejandrina Cervantes, la regente del prostíbulo del pueblo; Don Rogelio de la flor; Victoria Guzmán y también el cura del pueblo, el padre Amador.La narración continúa una vez consumado el crimen. La familia vicario se traslada al pueblo vecino de Riohacha, pero curiosamente Ángela advierte que se había enamorado de Bayardo San Román y comienza a escribirle cartas, con la esperanza que éste se presentara. Así lo hace durante 17 años, cuando San Román se presenta al pueblo, ya viejo, trayendo en una maleta las dos mil cartas que le habían llegado.Retrocediendo al día del crimen, en el pueblo se había producido una serie de especulaciones y desconciertos, porque todo el pueblo sabía que iban a matar a Santiago Nazar, y nadie lo advertía. Sólo unos minutos antes del crimen, cuando éste paseaba junto a su amigo Cristo Bedoya, éste es advertido por Yamil Shaium, padre de la novia de Santiago, éste le advierte y Santiago va a la casa de su novia, donde al enterarse, termina con él. Nazar estaba como hipnotizado, sin entender nada de lo que ocurría, al saber que lo iban a matar. Luego al salir de la casa de su novia, en un estado de completo bloqueo mental, se dirige a su casa, llegando casi a la puerta de su casa, aparecen Pedro y Pablo Vicario, con sendos cuchillos carniceros, puesto que ellos eran matarifes; Santiago los enfrenta estando a punto de entrar a su casa, pero la fatalidad se hace presente, pues justo cuando éste va a entrar a su casa, su madre, sabiendo lo que iba a ocurrir, y pensando que Santiago estaba en su dormitorio, como le había dicho la hija de la sirvienta, pone justo una tranca por dentro de la puerta, impidiendo la entrada a Santiago que estaba fuera en ese preciso instante. Entonces se consuma el crimen, de una forma espantosa, pues es atacado simultáneamente por los hermanos Vicario con los grandes cuchillos, recibiendo éste más de siete heridas mortales, que le dañan diferentes partes de su cuerpo, pero aún así, a punto de morir, se dirige por la puerta de atrás a su casa, y apenas llegado, se desploma, cayendo muerto. MARIO RABIÉ JACHÚ
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