Primera Carta De San Juan
(San Juan)
Esta es la primera carta de San Juan a sus hermanos, en ella anuncia a los creyentes la vida eterna que estaba con el padre desde el principio, que se manifestó en Jesucristo, y que ellos los apóstoles conocieron y vieron con sus propios ojos, dando testimonio a los que creen para completar su alegría de estar con el padre y el hijo. Dios, dice Juan, es luz, y si no estamos en luz y decimos que estamos con él, mentimos, si estamos en luz entonces estaremos con Dios que es luz. Jesucristo nos limpiará del pecado, si confesamos nuestros pecados Dios nos limpiará de toda maldad y el que dice que no ha pecado, hace mentiroso a Dios. al que está en la luz no hay nada que lo haga pecar. Si alguno ama el mundo no ama al padre, por que el mundo ofrece malos deseos de la propia naturaleza, lo que agrada a los ojos y las cosas materiales, pero todo se va acabando por lo tanto el que hace la voluntad de Dios vivirá eternamente. Anuncia que es la hora final por que hay muchos enemigos de Cristo que salieron de la misma iglesia, demostrando que no todos lo son, dice que les escribe por que tienen el conocimiento para entender, el mentiroso dice, es el que dice que Cristo no es el Mesías. Cualquiera que niega al hijo, tampoco tiene al padre, pero si guardan en su corazón lo que escucharon desde el principio permanecerán unidos con el hijo y el padre, les manifiesta que ellos tienen el espíritu Santo que Jesús les ha dado y que el mismo espíritu les enseña todo lo que han de saber. ¡Cómo nos ama el padre que nos llama hijos!, exclama Juan - y lo somos- y sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él y dice que el hijo de Dios ha venido para deshacer lo hecho por el diablo. Llama a amarse, el que no ama está aún muerto y conocemos lo que es el amor por que Jesucristo dio su vida por nosotros y así los que creen, deben dar la vida por amor a los demás. El mandamiento es que nos amemos como Jesucristo nos amó. Juan advierte que el mundo esta lleno de mentirosos, y que una forma de saber quien tiene el espíritu de Dios es el que reconoce que Cristo vino al mundo como hombre verdadero. Todo el que ama, insiste Juan, es hijo de Dios y conoce a Dios, el amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su hijo en sacrificio, para que nuestras faltas fueran perdonadas. Donde hay amor previene Juan, no hay miedo, el amor perfecto hecha fuera el miedo, por que el miedo es castigo, por eso, si alguien tiene miedo, es por que no ha llegado al amor perfecto. Juan afirma que todo el que cree que Jesús es el Mesías es hijo de Dios, y nos da a conocer que la venida de Jesucristo quedó marcada por el agua y la sangre y que son tres los testigos: el espíritu, el agua y la sangre. El testimonio de Dios, manifiesta, es que nos ha dado vida eterna y que esta vida está en su hijo. Finalmente expresa que todo esto lo dice para que sepan que tienen vida eterna y nos insta al deber de orar por el hermano que por sus pecados va a la muerte, previniendo a sus hermanos, al final de la carta, sobre los dioses falsos.
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